que para ser creadores, es necesario respirar y observar el tiempo que vivimos y el entorno que nos rodea. El diseñador vive su trabajo como una experiencia donde lo importante ya no sólo es el producto final sino, además, el camino seguido hasta darle definitiva corporeidad pues la tarea de diseño se entiende como proceso de conocimiento, de reflexión y de creación. immanente crea conceptos, cosas diferentes, sorprendentes, especiales, hechas con cariño y despacito, para que todos disfrutemos del proceso y de los resultados.