Del 6 al 9 de septiembre nos fuimos a Talamanca a pasar unos días inmersos en una casa de colonias.
La experiencia fue muy interesante, como volver a la adolescencia, 24 horas entre diseñadores noveles y no tanto, haciendo talleres, escuchando ponencias de algunos pesos pesados del diseño y la tipografía.
A mi, esa estancia, me abrió los ojos al mundo tipográfico. Para mi, la tipografía era una forma de expresar muy diferente al universo que se me ha abierto tras algunas conversaciones y ponencias.
Ahora, entre otros libros de cabecera, tengo algunos de Otl Aicher para empezar. Una vez más descubro las conexiones entre disciplinas; la creación conforma un mundo muy amplio donde muchos tenemos cabida con nuestras ocurrencias.
Me hubiera gustado que algunos ponentes se mojaran más y, a parte de hacernos su presentación, nos hubieran hablado de sus procesos creativos, sus preocupaciones, reflexiones, problemas, … es decir, algo más cercano, menos aséptico, pero claro, algunos se olvidan de a qué van a los sitios.
Lo curioso fue que uno de los ponentes en la Escola Muuu, que también apareció por Albarracín, comentó (a la vista de las presentaciones que tuvimos allí) que iba a rehacer su propia presentación de cabo a rabo. Curioso tema.
A lo que iba, la Escola Muuu me sirvió para volver a retomar el diálogo entre diseñadores, conocer gente interesante y ponerme sobre la pista de acontecimientos que no conocía, amén de descansar unos días en un entorno precioso.
Agradezco al Col.ectiu Muuu que, con todo el cariño del mundo, organice la Escola cada año.
La experiencia fue muy interesante, como volver a la adolescencia, 24 horas entre diseñadores noveles y no tanto, haciendo talleres, escuchando ponencias de algunos pesos pesados del diseño y la tipografía.
A mi, esa estancia, me abrió los ojos al mundo tipográfico. Para mi, la tipografía era una forma de expresar muy diferente al universo que se me ha abierto tras algunas conversaciones y ponencias.
Ahora, entre otros libros de cabecera, tengo algunos de Otl Aicher para empezar. Una vez más descubro las conexiones entre disciplinas; la creación conforma un mundo muy amplio donde muchos tenemos cabida con nuestras ocurrencias.
Me hubiera gustado que algunos ponentes se mojaran más y, a parte de hacernos su presentación, nos hubieran hablado de sus procesos creativos, sus preocupaciones, reflexiones, problemas, … es decir, algo más cercano, menos aséptico, pero claro, algunos se olvidan de a qué van a los sitios.
Lo curioso fue que uno de los ponentes en la Escola Muuu, que también apareció por Albarracín, comentó (a la vista de las presentaciones que tuvimos allí) que iba a rehacer su propia presentación de cabo a rabo. Curioso tema.
A lo que iba, la Escola Muuu me sirvió para volver a retomar el diálogo entre diseñadores, conocer gente interesante y ponerme sobre la pista de acontecimientos que no conocía, amén de descansar unos días en un entorno precioso.
Agradezco al Col.ectiu Muuu que, con todo el cariño del mundo, organice la Escola cada año.